Hola, después de tanto tiempo que jure no volverte a hablarte o escribirte aquí me encuentro
escribiéndote este mensaje y dándome cuenta que aún me tiembla el pulso al pensar en ti.
Pero el motivo no es el mismo que el de otros. No te escribo para decir que aún te amo ni para
decirte q te guardo rencor, porque sinceramente ya no siento ninguna de esas dos cosas.
Quería expresarte lo que siento ¡Al mirarte a los ojos cada vez me quedo helada! y solo se me
cruza por mi cabeza una palabra… ¡Gracias!
Gracias por haberme hecho esta persona que soy ahora. Por haberme hecho más segura,
más sensible… Menos inocente. Gracias por haberme enseñado que los cuentos de amor de
princesas y príncipes son solo eso, cuentos.
Me enseñaste que en la vida hay personas buenas, pero también personas malas que se
disfrazan de buenas.Gracias por haberme enseñado que decir te amo,no son palabras sagradas
que son palabras que cualquiera puede decir, pero no todos podemos sentir.
Me enseñaste a que por más que yo le abra a alguien las puertas de mi casa, de mi familia, de mi corazón,
de mi cama, de mi vida, no quiere decir que esa persona me las abra a mí también.
Gracias por haberme dicho mirándome a los ojos que me amabas, que nunca me engañaste, que yo era la
mujer de tú vida con la que querías tener hijos… En fin, gracias por tantas mentiras. Aprendí a ya no
enamorarme de palabras sino de hechos. Gracias por todas las veces que me culpaste por nuestra relación.
Ahora sé que yo hice todo lo que estaba a mi alcance por buscar lo mejor para todos y creo que lo logré.
Mirando atrás, puedo decir que el año pasado me trajo más cosas malas que buenas pero también fue el año
que más crecí. Me di cuenta de lo mucho que me desvalorizaba y lo mucho que me desvalorizaron… Y ya no soy
aquella chica inocente que se creía todo lo que le decían.
Cuando te crucé en la calle y al ver tus ojos ya no veré a aquel chico dulce del que me enamoré… Dentro de tus
ojos solo veo un gran vacío y me doy cuenta de que estaba enamorada de una ilusión, de una mentira, de un cuento,
de una máscara. Pero no te culpo por eso, al contrario, te agradezco porque la desilusión me genera más ganas de
conocer a una persona verdadera que me devuelva todo lo que yo le doy, sin tantas palabras y con más hechos.
Creo que ya te dije todo lo que siento realmente necesitaba desahogarme, espero no haber sido mucha molestia
Finalmente gracias por haber sido malo y la mejor lección. Tantas lágrimas no fueron en vano.
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